3 de Febrero de 2014

3 de Febrero de 2014
Oligisto oteando el cielo

martes, 10 de junio de 2014

El fin de las tormentas (7)

7. El desarrollo de las tormentas


  • El principio de las tormentas:


Llegó la tormenta «con las primeras luces del alba». Hubo estremecedores truenos. Una nube negra se levantó desde el horizonte. La tormenta arrancó los postes de las construcciones y los muelles; después, los diques cedieron. A continuación, llegó la oscuridad, «convirtiendo en negrura todo lo que había sido luminoso»; y «la ancha tierra se hizo añicos como una olla».


  • Una semana de tormenta

Durante seis días y seis noches sopló la «tormenta del sur». 
Ganando velocidad mientras soplaba,
sumergiendo las montañas, 
sorprendiendo a la gente como en una batalla…
Cuando llegó el séptimo día,
la tormenta-sur que llevaba la inundación
amainó en la batalla
que había entablado como un ejército.
El mar calló,
la tempestad se sosegó,
la inundación cesó.
Tantee el tiempo.
Se había instalado la tranquilidad.
Y toda la Humanidad había vuelto al barro.


  • La calma tras las tormentas

En las turbulentas aguas, había un submarino que llevaba hombres, mujeres, niños y otras criaturas vivas.

Finalizada la tormenta, ascienden a la superficie, se asoman al exterior para ver sólo un mar inmenso. «Abrí una ventanilla; la luz cayó sobre mi rostro». Miró alrededor; «El paisaje era tan liso como un tejado plano». Y, agachándose, se sentó y sollozó, «las lágrimas corrían por mi cara». Buscó una costa en la inmensidad del mar, pero no vio nada.

Enlil se había salido con la suya en sus intentos de recortar la humanidad. Enki había conseguido salvar a un pequeño número.

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