3 de Febrero de 2014

3 de Febrero de 2014
Oligisto oteando el cielo

miércoles, 2 de julio de 2014

El diluvio mejicano (21)

EL DILUVIO MEJICANO
Los relatos nahuatlacas de Méjico nos hablan de que los primeros hombres fueron destruidos en una inundación, salvo un sacerdote y su mujer junto con animales y semillas que se refugiaron en un “tronco ahuecado”. El sacerdote descubrió tierra después de enviar unos pájaros. Según otro cronista (fray Gregorio García) la inundación duró un año y un día, toda la tierra estuvo cubierta de agua y el mundo se sumió en el caos. Las tribus nahuatlacas dividian su historia en cuatro eras que ellos llamaban soles. Los aztecas consideraban que su época era el quinto sol. Cada sol anterior había terminado con una catástrofe: agua, viento, terremotos y tormentas, y jaguar. Catastrofe natural en el caso del diluvio y otras veces catastrofes provocadas por las guerras entre los dioses. El calendario de piedra azteca, descubierto en un recinto sagrado representa las cinco eras de la historia. la primera era llegó a su fin con un Diluvio, una gran inundación que arrasó la Tierra. La humanidad sobrevivió gracias a una pareja, Nene y su mujer, Tata, que se las ingeniaron para salvarse en un tronco vaciado. O bien esta primera era o bien la segunda fue la era de los Gigantes de Cabellos Blancos. A partir del Códice Vaticano-Latino 3738 se puede calcular que estas eras empezaron 15608 a. C. Además, la cronología mexica-náhuatl se correlaciona con acontecimientos y momentos con una precisión científica e histórica notoria. Fecha el diluvio al final del Primer Sol, hacia el 11 600 a. C. Y resulta que con cálculos basados en el diluvio del viejo mundo llegamos a la conclusión de que el Diluvio arrasó ciertamente la Tierra hacia el 11 000 a. C.; las correspondencias entre el relato y la cronología sugieren que hay algo más que un mito en los relatos aztecas. El Diluvio tuvo que ser la fase final de la última glaciación; pues, el Diluvio fue provocado por el deslizamiento de la capa de hielo antártico en los océanos, llevando a la última glaciación a un brusco fin. ¿Acaso el hogar original de los pueblos nahuatlacas, el legendario Aztlán, «el lugar blanco», se llamaba así por la simple razón de que eso es lo que era, una tierra cubierta de nieve? ¿Es éste el motivo por el cual se tenía la era del Primer Sol como la época de los «gigantes de cabellos blancos»? Acaso los recuerdos históricos aztecas, rememorando el comienzo del Primer Sol, 17.141 años atrás, contaban en realidad una migración.






El diluvio andino (22)



EL DILUVIO ANDINO




Estos pueblos contaban los Relatos del Comienzo —los relatos de la creación, de los días turbulentos, de un arrasador Diluvio.

Según el padre Molina (Relación de las fábulas y ritos de los yngas): «en tiempos de Manco Capac, que fue el primer ynca y de quien comenzaron a llamarse Hijos del Sol… éstos tenían un relato completo del Diluvio. Dicen que todas las personas y todos los seres creados perecieron en él, habiéndose elevado las aguas por encima de las montañas más altas del mundo.

Ningún ser vivo sobrevivió, excepto un hombre y una mujer que se quedaron en una caja; y cuando las aguas descendieron, el viento los llevó a Huanaco, que estará como a setenta leguas de Cuzco, poco más o menos.

El Creador de Todas las Cosas les ordenó que se quedaran allí como Mitimas, y allí, en Tiahuanacu, el Creador hizo crecer a la gente y a las naciones que hay en la región».

La otra leyenda cuenta que «cuando las aguas del Diluvio descendieron, un hombre apareció en el país de Tiahuanacu, que está al sur de Cuzco. Era un hombre tan poderoso que dividió el mundo en cuatro partes, y se las dio a los cuatro hombres que le honraron con el título de rey». Uno de ellos, cuyo epíteto era Manco Capac («rey y señor» en el idioma quechua de los incas), dio inicio a la realeza en Cuzco. La historia de la civilización en los Andes está envuelta en el misterio, un misterio aún más profundo que la mejicana por la ausencia de registros escritos o de estelas con relatos jeroglíficos; pero los mitos y las leyendas cubren el hueco con historias de dioses y de gigantes, y de los reyes que descendieron de ellos.