3 de Febrero de 2014

3 de Febrero de 2014
Oligisto oteando el cielo

miércoles, 2 de julio de 2014

El diluvio andino (22)



EL DILUVIO ANDINO




Estos pueblos contaban los Relatos del Comienzo —los relatos de la creación, de los días turbulentos, de un arrasador Diluvio.

Según el padre Molina (Relación de las fábulas y ritos de los yngas): «en tiempos de Manco Capac, que fue el primer ynca y de quien comenzaron a llamarse Hijos del Sol… éstos tenían un relato completo del Diluvio. Dicen que todas las personas y todos los seres creados perecieron en él, habiéndose elevado las aguas por encima de las montañas más altas del mundo.

Ningún ser vivo sobrevivió, excepto un hombre y una mujer que se quedaron en una caja; y cuando las aguas descendieron, el viento los llevó a Huanaco, que estará como a setenta leguas de Cuzco, poco más o menos.

El Creador de Todas las Cosas les ordenó que se quedaran allí como Mitimas, y allí, en Tiahuanacu, el Creador hizo crecer a la gente y a las naciones que hay en la región».

La otra leyenda cuenta que «cuando las aguas del Diluvio descendieron, un hombre apareció en el país de Tiahuanacu, que está al sur de Cuzco. Era un hombre tan poderoso que dividió el mundo en cuatro partes, y se las dio a los cuatro hombres que le honraron con el título de rey». Uno de ellos, cuyo epíteto era Manco Capac («rey y señor» en el idioma quechua de los incas), dio inicio a la realeza en Cuzco. La historia de la civilización en los Andes está envuelta en el misterio, un misterio aún más profundo que la mejicana por la ausencia de registros escritos o de estelas con relatos jeroglíficos; pero los mitos y las leyendas cubren el hueco con historias de dioses y de gigantes, y de los reyes que descendieron de ellos.

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